La "Ley Justina", que convierte a todos los habitantes mayores de 18 años en donantes de órganos a menos que exprese su oposición, generó discrepancias en la sociedad. Si bien un sector celebró que el proyecto haya sido aprobado anoche en la Cámara de Diputados, otros más escépticos se expresaron en contra a través de las redes sociales.
El titular en Tucumán del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), Aldo Bunader, explicó en "Las 12 en 30" que la nueva ley -que aún debe ser promulgada por el presidente Mauricio Macri- modifica la ley anterior de trasplante, de 2006. Antes se debía manifestar el querer ser donante, ahora es al revés: puede no ser donante si manifiesta su voluntad en vida.
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"Queremos correr la responsabilidad de la familia en un momento difícil. La idea es respetar la voluntad de cada uno de nosotros cuando estamos vivos y podemos decidir", dijo Bunader.
Cómo es el trámite
Quien desee no ser donante puede:
- Ingresar al portal del Incucai y firmar de manera digital una nota para expresarse en rechazo de ser donante.
- Manifestar su oposición en el Registro Civil, al hacer un trámite.
- Dejar asentada su voluntad cuando va a sacar la licencia de conducir.
- También se puede manifestar nuestra voluntad de negación a la donación cuando hay elecciones.
"La negativa de la donación tiene que manifestarse de manera legal, sino todos los argentinos mayores de 18 somos donante en el caso que podamos serlo", remarcó el titular del Incucai.
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Bunader, sin embargo, advirtió que sólo se puede rescatar los órganos para otros pacientes en lista de espera si el donante sufre una muerte encefálica.
"No hay milagros; cuando se certifica una muerte encefálica, hay un 100 % de muerte encefálica. El paciente nunca más va a volver a vivir, está muerto. Que el corazón lata no quiere decir vida. La definición de muerte, desde hace mucho años, es la muerte del cerebro, no cuando el corazón para de latir", explicó.
Según cifras del Incucai difundidas durante el debate legislativo hay en Argentina 7.730 personas que aguardan recibir un órgano para salvar su vida. Además, apenas el 6,4 % de los argentinos manifestó su voluntad de ser donante.